Charlotte Tilbury MBE (Miembro de la Orden del Imperio Británico), maquilladora de las estrellas, presidenta, directora ejecutiva y fundadora de Charlotte Tilbury Beauty, es una empresaria británica, inspiradora y revolucionaria, así como una de las maquilladoras profesionales más influyentes, valoradas, visionarias e innovadoras de todos los tiempos.

«DALE A TODOS LOS PRODUCTOS DE CUIDADO DE LA PIEL, MAQUILLAJE Y FRAGANCIAS IDEALES PARA QUE CONQUISTEN SU MUNDO».

Charlotte, que cuenta con más de 30 años de experiencia, se ha desmarcado como una auténtica visionaria creativa e innovadora. Ha revolucionado el sector de la belleza a nivel mundial al aprovechar su experiencia para crear trucos de maquillaje transformadores __ y herramientas__ que son fáciles de usar, elegir y entender, para liberar la magia de la confianza para todo el mundo en todas partes.

Charlotte cree que todas las personas merecen verse y sentirse como la versión más preciosa y segura de sí mismas cada día, gracias al poder del maquillaje. Como maquilladora profesional que se ha convertido en empresaria, Charlotte se ha consolidado como una de las figuras más reconocidas del Reino Unido en la industria de la belleza. Su marca, galardonada y adorada en todo el mundo, sigue batiendo récords y desafiando los límites con innovaciones en maquillaje, cuidado de la piel y fragancias.

LA TRAYECTORIA DE CHARLOTTE

Charlotte nació en Londres y se crió en Ibiza, donde creció rodeada de artistas, músicos, actores y escritores de lo más inspiradores. Gracias a su padre pintor, Lance, y a su madre Patsy, productora de moda, siempre supo que su objetivo sería desarrollar una carrera creativa.

Hubo dos momentos principales que tuvieron gran repercusión en la carrera de Charlotte. El primero fue un encuentro con la famosa maquilladora profesional, Mary Greenwell, a los 11 años, en la playa de Formentera, que le abrió los ojos al mundo del maquillaje. El segundo fue descubrir el poder transformador del maquillaje cuando, a los 13 años, empezó a ponerse máscara de pestañas y, de la noche a la mañana, la gente empezó a reaccionar de una manera diferente y más positiva cuando la veía. «Sentí más confianza al instante, me vi más atractiva y más empoderada. Mi vocación siempre fue dedicarme al maquillaje».